El futuro de Venezuela, posibles cambios e intenciones de Guaidó

Para poder entender la situación actual nos remontamos al 6 de diciembre de 1998, a las elecciones en las que Hugo Chávez Frías salió elegido como nuevo presidente de Venezuela, quién encabezaba el partido político del Movimiento V República, modificando la constitución vigente de 1961 proclamando una nueva en 1999. Con su llegada al poder se da comienzo al movimiento político e ideológico reconocido como chavismo. Tras 15 años en la presidencia, el 5 de marzo de 2013, Hugo Chávez fallece, lo que supuso una convocatoria a nuevas elecciones, las cuales ganó Nicolás Maduro, que lideraba el Partido Socialista Unido de Venezuela, por estrecho margen.

Con el paso del tiempo crece la oposición al gobierno de Maduro y crecen los movimientos anti-chavistas. Tanto fue así que el 6 diciembre de 2015 la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática, logró 112 escaños de un total de 167 que forman la Asamblea Nacional, es decir, una mayoría calificada, lo que suponía convocar una Asamblea Nacional Constituyente y llevar a cabo una serie de reformas legislativas.

Hubo un giro de los acontecimientos cuando el 30 de diciembre de 2015 la Sala Electoral del Supremo denunció y suspendió las proclamaciones de cuatro diputados, tres de ellos pertenecientes a la oposición y el uno restante al partido socialista, por posible fraude. Por lo tanto, pasó a ser una mayoría simple. Como consecuencia de lo ocurrido se llegaron a reincorporar y desincorporar una vez más a los diputados de Amazonas, lo que llevó al Tribunal Superior de Justicia a declarar al Parlamento “en desacato”.

En enero de 2017 la Asamblea General selecciono una nueva directiva y decretó el abandono del cargo del presidente Nicolás Maduro. La credibilidad del Parlamento se cuestionaba, por lo que hubo un reavivamiento de las tensiones con respecto al chavismo que consideraban este decreto una ilegalidad.

Fue el 20 el mayo del  2017 la fecha decisiva, donde unos 10 millones de venezolanos  acudieron a las urnas y donde, una vez más, Maduro salió elegido de nuevo para lo que sería su segundo mandato. Estos resultados no fueron reconocidos, fueron incluso declarados ilegítimos, tanto por la oposición como por Washington, el Grupo Lima y altos cargos de la Unión Europea inicialmente. Damos por iniciado oficialmente en este momento,  conflicto actual entre los dos presidentes de Venezuela en el momento en el que Juan Guaidó anunció, el 23 de enero de 2019, que asumía la “encargaduría de la presidencia”.

Actualmente, la incorporación de Juan Guaidó ha generado una división en la comunidad internacional. Por un lado nos encontramos  con países como China, Rusia, México, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Turquía e Irán que apoyan al mandatario Nicolás Maduro.; mientras que otros como Estados Unidos, Canadá, Brasil, La Organización de los Estados Americanos (OEA), el Grupo de Lima, España y Francia apoyan al presidente interino Juan Guaidó.

Estados Unidos ha encabezado la oposición internacional a Maduro, apoyando al líder de la oposición desde el primer momento. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el primero en reconocer a Juan Guaidó como legítimo presidente tan solo minutos después de su autoproclamación vía Twitter. Este acto, por parte de Estados Unidos, produjo un gran descontento en Maduro, quien declaró que Trump estaba detrás de los intentos producidos para arrebatarle el poder, por lo que rompió relaciones con el país Norteamericano, expulsando así a todos los diplomáticos estadounidenses de Venezuela.

A la posición de Estados Unidos se han sumado otros países. En la última sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU se ha llevado a cabo un debate sobre la situación de Venezuela. Estados Unidos ha ratificado su posición contra el régimen de Maduro alertando sobre la situación humanitaria que vive el país. Reino Unido ha incidido también en la situación humanitaria y ha calificado la presidencia de Maduro como ilegítima. Rusia, sin embargo, ha vuelto a ratificar su apoyo a Maduro alegando que la situación de Venezuela no supone ninguna amenaza para la seguridad y para la paz internacional. Y China, también ha dejado claro que considera a Maduro como presidente legítimo y se opone al reconocimiento de Guaidó.

Estados Unidos mantiene su postura incluso amenaza a Maduro con una intervención militar en Venezuela y advirtiéndole que puede acabar en una prisión como Guantánamo. Rusia, por su parte, advierte  a Estados Unidos contra esa supuesta intervención militar.

En la actualidad, Venezuela continúa atravesando un periodo de hiperinflación, que alcanzó un valor del 1,300,000% en noviembre de 2018, según fuentes de la Asamblea Nacional. Este altísimo valor de inflación supone para los venezolanos que no puedan costearse productos tan básicos como comida. Además, el sistema sanitario es deficiente debido a la falta de infraestructura y de financiación.

Debido a esta situación, desde 2014 tres millones de habitantes venezolanos han abandonado Venezuela, emigrando en su mayoría a países cercanos como Colombia, Ecuador, Chile, Perú o Brasil. Estos movimientos migratorios son considerados como el mayor desplazamiento forzado de personas producido en Occidente.

Desde la llegada a la presidencia de Venezuela, Juan Guaidó ha recibido un gran respaldo internacional consiguiendo unir a una oposición al chavismo ya existente en el país. El líder opositor se presenta en el Gobierno con tres objetivos claros: el cese de la dictadura de Maduro, crear un Gobierno de transición y convocar unas elecciones libres. Las dos primeras premisas no se han cumplido completamente todavía y, de momento, el país se sitúa en vías de conseguir dichas elecciones.  A corto plazo, además, Guaidó pretendía hacer llegar la ayuda humanitaria destinada al país y conseguir el posicionamiento de las fuerzas militares a su favor, que se llevaría a cabo el pasado 23-F. Pero, esta situación no terminó de prosperar pues, la entrega de ayuda humanitaria no se hizo al completo y el posicionamiento del ejército no fue de la dimensión que el líder esperaba a su lado.

El presidente venezolano sigue desde el 31 de enero de 2019 una hoja de ruta clave para el futuro del país, el llamado ‘Plan País’ con el que se compromete a crear un Estado para la ciudadanía respetando los derechos y garantizando las condiciones necesarias para un desarrollo libre del país. El Plan País incluye en sus objetivos estabilizar la economía y consecuentemente aumentar la circulación de dinero para disminuir el alto nivel de inflación que alcanza más del 50%. Juan Guaidó mostró desde el principio, sensibilidad social con el pueblo venezolano viéndolo un factor clave para la prosperidad del país y su recuperación futura. Pero el futuro de la situación política venezolana no está aún encaminada debido a la negativa de Nicolás Maduro de dejar el poder.

La solución a esta situación de inestabilidad y conflicto en Venezuela no se sabe cómo ni cuándo llegará pero se prevé que Maduro tenga los días contados en la esfera política venezolana.

La última hora del país venezolano no presenta un futuro muy esperanzador para el pueblo ya que se están llevando a cabo situaciones de máxima alerta como el apagón que sufren desde el pasado 7 de marzo y que afecta a casi todo el territorio. Las posturas del gobierno son diversas y dispares, mientras Maduro y sus seguidores acusan al acontecimiento de ‘sabotaje’. La oposición señala a Maduro por haber hecho un mal uso de recursos y falta de capacidad en la compañía eléctrica. Por el momento se han producido 17 fallecimientos en hospitales públicos.

Todas las fuerzas están centradas en restablecer la electricidad y poner en marcha al país de nuevo tras el ya declarado ‘Estado de alerta’ por la Asamblea Nacional.

Además, uno de los camiones que viajaba a Venezuela con ayuda humanitaria ha sido quemado en la frontera con Colombia. El vicepresidente de Estados Unidos culpó a Maduro en declaraciones al The New York Times, y dijo “El tirano en Caracas bailó mientras sus secuaces ‘quemaban comida y medicinas’”. Toda Latinoamérica creyó durante horas que este acto fue consecuencia de Maduro. Sin embargo, The New York Times desmiente esto, aportando grabaciones que muestra a un seguidor de Guaidó lanzando dos bombas molotov, con intención de que colisionen con la policía venezolana, que finalmente estallan contra el camión.

 

Iris Torres, Lidia Lorenzo, Cecilia Arndt y Antía Soliño.

 

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