Finalmente se ha dado luz verde a la firma del acuerdo CETA ( un tratado económico y comercial entre la Unión Europea y Canadá). Tras varios ultimatúms consecutivos y el bloqueo del gobierno valón que estalló ayer, la Cumbre organizada en Bruselas para firmar el pacto fue suspendida. Como consecuencia, el ministro canadiense, Justin Trudeau, canceló su viaje.
En apenas unas horas se daba conocer que el acuerdo seguiría adelante con las siguientes condiciones: el voto de los Parlamentos de las cinco regiones que conforman el país flamenco; y, la conformidad del resto de socios de la UE sobre las exigencias belgas.
¿Por qué es tan importante este acuerdo? Estamos, claramente, ante el acuerdo más ambicioso que ha firmado la Unión Europea hasta el momento.
El CETA es un tratado de libre comercio para facilitar los intercambios económicos entre la Unión Europea y Canadá.
Su fin es eliminar las barreras comerciales y fijar normas para los intercambios de bienes y servicios, además de establecer las bases de la protección alimenticia, sanitaria y medioambiental.
Para la UE son todo ventajas.Según la Comisión el acuerdo permitirá el aumento de las exportaciones a Canadá, lo que significará un incremento de 12 millones de Euros y un crecimiento de los puestos de trabajo. También supondrá una ahorro de 500 millones de euros al año en tarifas aduaneras, sobretodo en el sector de la industria.
Las declaciones de Mlamstrom lo corroboran: “ El CETA ayudará a generar el crecimiento económico y empleo que tanto se necesitan manteniendo los altos estándares europeos en áreas como seguridad alimentaria, protección del medio ambiente o derechos laborales”.
Por otro lado y según algunos expertos, este acuerdo presenta una posible caída del 0,5 % del Producto Interior Bruto de la UE y un 1% del PIB de Canadá, así como un posible aumento del desempleo en la región.
En palabras de Tom Kucharz, portavoz del movimiento “No al TTIP” (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión): “El CETA busca una restricción deliberada de la soberanía democrática y del margen de maniobra política de gobiernos y parlamentos”.
Sin duda, Bruselas y Canadá ven más oportunidades que riesgos.
Cristina Hernando. Twitter: @cris14hs
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