El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha recibido este lunes al Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo y a la Ministra de Fomento, Ana Pastor. Esta visita llega un año después de que gran parte de la diplomacia occidental empezara a acercar posiciones con el país.
El encuentro entre los representantes diplomáticos de España y el Presidente cubano, que duró dos horas y media, tuvo lugar en el Palacio de la Revolución de La Habana y tuvo un clima de “complicidad y cordialidad”, según Margallo. La reunión que demuestra una mejora en las relaciones bilaterales de ambos países, fue solo el comienzo de una intensa jornada en la que los dos ministros españoles en funciones mantuvieron un conjunto de reuniones con altos cargos y representantes del gobierno de Cuba entre los que destacan: el ministro de Asuntos Exteriores Bruno Rodríguez, el de Comercio Exterior e Inversión Extranjera Rodrigo Malmierca y el vicepresidente del Consejo de Ministros Ricardo Cabrisas.
La visita sirvió, de alguna manera, para borrar el mal recuerdo que dejó la última visita de Margallo a Cuba, que tuvo lugar en noviembre de 2014, en la que Castro decidió no recibirlo. Además, uno de los objetivos de Margallo era el de sentar las bases de una nueva etapa de las relaciones bilaterales entre los dos países aprovechando un momento en el que la isla está trabajando en reformar sus estructuras económicas para recibir nuevas inversiones extranjeras tras haber abierto sus puertas a las relaciones con otros países y especialmente con Estados Unidos.
España, en la actualidad, es el tercer inversor y tercer socio comercial de Cuba, con un intercambio comercial que en 2015 superó los 1000 millones de euros. Las más de 200 empresas españolas que están asentadas en la isla y que gestionan más del 90% de las plazas hoteleras de cinco estrellas están percibiendo ya los efectos del boom turístico que está teniendo lugar en La Habana. Pero aún queda mucho por hacer en el sector turístico y es necesario que el país invierta en mejoras en aeropuertos, puertos y carreteras.
El primer Memorándum de Entendimiento (MOU) firmado entre Cuba y España trata, precisamente, sobre la colaboración entre ambos países en cuanto a la mejora de infraestructuras, especialmente en transporte y vivienda. Además, uno de los principales temas tratados durante la visita ha sido el acuerdo sobre la renegociación de la deuda cubana con España, que supera los 2.444 millones de euros, y que ha permitido descongelar las líneas de crédito para poder disponer así de un fondo de unos 400 millones para financiar los proyectos de interés común.
La cifra de turistas alcanzó el año pasado los 3.5 millones y las autoridades cubanas esperan que crezca un millón al año más con la puesta en marcha de los nuevos vuelos conectando la isla con los Estados Unidos, la cifra sólo promete seguir en aumento. Sin embargo, aunque España en estos momentos está tratando de mejorar las negociaciones y las relaciones con Cuba, no se pueden pasar por alto los sectores más inmovilistas del régimen cubano que ponen frenos ante la perspectiva de la nueva revolución que se está viviendo en la isla y que promete un cambio radical para sus habitantes.
Beatriz Martínez y Ayla Garrigó
